Entrenamiento en Cognición e Interacción Social: una intervención grupal para adolescentes con TEA
Resumen
El objetivo del estudio fue evaluar la utilidad y la experiencia de los participantes de un programa de entrenamiento en cognición e interacción social de abordaje grupal para adolescentes diagnosticados con autismo (TEA) con baja necesidad de apoyo. Utilizamos la versión modificada para adultos con autismo de alto funcionamiento del programa Social Cognition and Interaction Training (SCIT). Para ajustarla a la población, se realizaron cambios de traducción y presentación de algunos estímulos. El programa respetó de su versión original las tres fases referidas a: 1) percepción de las emociones, 2) estilos de atribución en la interacción social y 3) resolución de problemas sociales.
Los participantes fueron cuatro varones diagnosticados con TEA, de entre 16 y 18 años, seleccionados por muestreo no probabilístico por conveniencia. La participación fue autorizada por sus cuidadores; la asistencia fue alta (94%), pero la realización de actividades para el hogar fue baja (34%). Para la evaluación del impacto del programa y la experiencia de los participantes se combinaron técnicas cualitativas y cuantitativas. En relación con las escalas y pruebas neuropsicológicas, no se encontraron diferencias significativas entre las medidas pre y post tratamiento de teoría de la mente, inferencias causales y reconocimiento emocional facial; solo un participante registró modificaciones en los estilos de atribución.
Para la evaluación cualitativa se administró una entrevista semidirigida a los cuidadores y participantes, indagando sobre los aspectos formales del programa, su satisfacción con el mismo y su perspectiva acerca de su eficacia. Los datos fueron analizados utilizando un análisis de contenido sistemático. Como resultado, se identificaron cinco categorías: expectativas sobre el dispositivo, interés, clima emocional, aprendizajes y generalización de los mismos. Se observó que, si bien las preconcepciones sobre el dispositivo grupal no eran positivas, estas no fueron determinantes en el clima emocional del grupo, el interés en participar y el aprendizaje logrado.
Tres participantes experimentaron que el clima emocional positivo facilitaba la ayuda mutua para la solución de conflictos interpersonales. También mencionaron lograr una mayor iniciativa en la comunicación de temas personales y un cambio cognitivo en la percepción de las relaciones sociales, disminuyendo su ansiedad al momento de afrontar una comunicación social. Al igual que los cuidadores, reconocieron una generalización de los aprendizajes en cuanto a la atención a estímulos sociales, mayor interés y contacto social por fuera del grupo de tratamiento. A su vez, en el registro de observaciones de las sesiones se destaca un incremento en la participación activa de tres participantes al momento de compartir estrategias para la resolución de problemas sociales presentados por sus compañeros de grupo.
Los resultados sugieren que el programa, mediante un abordaje grupal, favorece la adhesión al tratamiento, el interés y la iniciativa en la comunicación social, y en algunos participantes, su capacidad de resolución de problemas sociales. En especial, la capacidad de reconocer atribuciones automáticas y buscar alternativas centradas en las contingencias sociales. Se sugiere seguir investigando si la homogeneidad en los perfiles de los participantes favorece la eficacia del mismo y cuáles son los instrumentos de evaluación más sensibles a los procesos abordados por el programa.
Zorza, J.P., Palacio Fazzano, Abba, C., (2023). Entrenamiento en Cognición e Interacción Social: una intervención grupal para adolescentes con TEA. Poster presentado en XV Congreso Argentino de Neuropsicología, Bs. As., 2023.